Navidad en tierra de nadie
La noche del 24 de diciembre de 1914, las tropas alemanas estacionadas en el Frente Oriental, durante la I Guerra Mundial, cesaron las hostilidades un momento para decorar su trinchera con arbolitos y luces navideñas. La guerra había comenzado a finales de julio. Miles de hombres, de diferentes nacionalidades, marcharon hacia el frente pensando que todo terminaría en unas pocas semanas. Los meses habían pasado, el año estaba por terminar. Pero la guerra, ahora lo sabían, duraría todavía mucho tiempo. Esa era la primera Navidad en el frente. Después de arreglar la trinchera, los alemanes cantaron “Stille Nacht” (“Noche de Paz”). Las tropas británicas, que estaban al otro lado del campo de batalla, escucharon el canto. La noche pasó entre villancicos de uno y otro bando. El día de Navidad, las armas callaron. En la Tierra de Nadie se acercaban los soldados rivales a intercambiar pequeños obsequios. Se rescataron los cuerpos de los caídos, y fueron enterrados con calma y sin sobresaltos. Se intercambiaron prisioneros. Algunos soldados se cortaron el pelo con el peluquero del …