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Los escritores, sus vidas, entrevistas, sus opiniones

Portada de la página web de la Colección Virtual Salarrué. A mano derecha hay una pequeña foto del escritor, el resto es el texto de presentación.

Para conocer mejor a Salarrué

Desde hace un par de semanas, está a disposición del público la Colección Virtual Salarrué, un importante rescate documental de uno de nuestros artistas más emblemáticos. Dicha colección está alojada en el repositorio virtual de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas de El Salvador (UCA), donde también están alojadas otras valiosas colecciones. Esta recopilación es uno de los productos resultantes de un amplio proyecto de investigación, encabezado por el escritor salvadoreño Miguel Huezo Mixco, titulado “Intelectuales y el poder. Los roles públicos de Salarrué entre 1931 y 1944”. La realización del mismo fue posible gracias al apoyo del Fondo de Investigación Académica de la Vicerrectoría de Investigación de la UCA.

Con un vodka en la mano

El viernes 4 de octubre de 1974 aparentó ser un buen día para Anne Sexton. Por la mañana, visitó a su terapeuta, la doctora Schwartz. Cuando terminó la sesión, se montó en su Cougar rojo, modelo 67, para almorzar con su amiga Maxine Kumin. Comieron sandwiches de atún. Bebieron vodka. Fumaron. Revisaron las pruebas de impresión del próximo libro de Sexton. Maxine también era poeta. Desde que se conocieron, habían formado un vínculo estrecho. Hablaban a diario, se veían a menudo. Si estaban lejos, se escribían cartas. Entre ambas trabajaban sus poemas con la misma rigurosidad como si estuvieran en el taller literario donde se conocieron. Instalaron una segunda línea telefónica, en cada una de sus casas, para dedicarla exclusivamente a hablar dos o más horas diarias sobre sus versos. Escribieron juntas cuatro libros para niños.

Una noche de 1904

Una noche de inicios de junio de 1904, un hombre de 22 años vagaba atribulado por las calles de Dublín, Irlanda. La madre del joven, Mary Jane Joyce, había muerto hacía poco tiempo. La noticia del cáncer de su madre lo obligó a abandonar París, donde vivía, o mejor dicho, sobrevivía. El muchacho había partido con la ambición de estudiar medicina, pero el infortunio económico en el que cayó la familia a raíz del desempleo del padre, le obligó a dejar los estudios y a trabajar en oficios varios, ganando apenas lo necesario para pasar el día. A veces, ni para eso. Hubo muchos días de hambre y eso atribulaba a su madre en Irlanda, quien lloraba al recibir sus cartas.

Un Planeta que no mola

Como parte de los festejos del 70 aniversario del concurso de la editorial española Planeta, el premio de este año fue otorgado a una novela titulada La bestia, cuya autora resultó ser Carmen Mola. Además, la bolsa del premio pasó de 600.000 euros a un millón, convirtiéndolo en el premio literario mejor dotado del mundo. En años recientes, Mola se convirtió en una autora super ventas al publicar en Alfaguara tres novelas del género policial. El personaje central de su trilogía es la inspectora Elena Blanco. Las novelas cuentan con una violencia chocante y gráfica, algo que contrastaba con el perfil de la escritora, que se definía como una profesora universitaria nacida en Madrid, casada y madre de tres hijos. No se sabía más porque ella misma había anunciado no querer dar entrevistas ni figurar en eventos públicos. Quería mantener su vida en privado y que los lectores se enfocaran en sus libros, un poco como lo hecho por la italiana Elena Ferrante. Pero la noche de la premiación, a la que incluso asistieron los …

Los diarios de la Sra. Highsmith

En 1995, Anna von Planta y Daniel Keel hicieron un descubrimiento valioso para el mundo literario. En un armario, escondidos detrás de sábanas y toallas, encontraron 56 cuadernos de espiral con los diarios de la escritora estadounidense Patricia Highsmith. Los cuadernos, todos escritos a mano, suman un total de ocho mil páginas. Von Planta, editora de Highsmith, y Keel, albacea literario de la escritora, trabajaron durante años para transcribir y editar los cuadernos, un proceso complicado debido a que Highsmith mantenía dos juegos de diarios: en uno hablaba estrictamente de sus asuntos literarios, las ideas para sus historias y sus reflexiones sobre el oficio de escribir; en el otro contaba sus recuerdos, anécdotas y reflexiones personales.

Voy a dormir

Es de noche y se avecina una tormenta. Una mujer de 46 años que está hospedada en una pensión de Mar de Plata, Argentina, sufre de dolores terribles. La morfina ya no ayuda más. Debilitada por el dolor, llama a la asistenta del lugar y dicta una carta para su hijo Alejandro, de 26 años: “… Suéñame, que me hace falta. Te escribo tan sólo para que veas que te quiero”. En la madrugada del 25 de octubre de 1938, la mujer sale de su habitación. La tormenta ha comenzado. Quizás ya había escogido el lugar en días anteriores. Quizás nada más caminó y lo encontró. Lo cierto es que llegó hasta un espigón y desde allí se lanzó al mar.

Míster Eléctrico

En el otoño de 1932, un niño de 12 años llamado Ray Douglas Bradbury, regresaba junto con su familia del entierro de su tío favorito. Mientras el coche avanzaba, Ray miró hacia la orilla del Lago Michigan y distinguió las carpas del circo Dill Brothers Combined Shows, que había llegado a la ciudad la noche anterior. El niño urgió al padre que detuviera el coche. Éste se molestó ya que recién venían de un entierro, pero finalmente se detuvo y Ray Bradbury salió corriendo loma abajo hasta llegar al circo. Lo primero que vio cuando llegó fue a un hombre al que llamaban Míster Eléctrico. Estaba sentado sobre una plataforma, en la entrada principal del lugar. En aquellos días, Ray estaba fascinado con la magia. De hecho, llegó a pensar que, “cuando fuera grande”, sería un mago profesional. Fue el pretexto ideal para acercarse a Míster Eléctrico: le pidió que le explicara cómo hacer un truco de magia. Eléctrico complació la petición y le enseñó algún truco. Luego lo llevó a conocer a los otros …

Book covers of different literary diaries.

Tribulaciones compartidas

La reciente publicación del libro Lo que fue presente (Diarios 1985-2006), del escritor colombiano Héctor Abad Faciolince, me dejó pensando en lo que me parece es un tipo de género literario que iremos viendo cada vez con menor frecuencia: los diarios personales. He sido lectora de diarios de escritores desde hace años, porque busco en ellos la tribulación compartida de un oficio ingrato y poco estimado. Conocer algo de la vida o la manera de pensar y reaccionar del escritor en su entorno cotidiano, puede dar elementos para comprender o valorar aún más su obra. Muchos escritores han ocupado sus diarios como semillero de ideas para sus textos, como ocurrió con los Carnets de Albert Camus o El oficio de vivir de Cesare Pavese. Los múltiples volúmenes de diarios de Anaïs Nin, permiten conocer facetas de otros artistas o escritores con los que Nin pudo relacionarse, así como las reflexiones sobre el arte y la literatura de una mujer que siempre estuvo a la vanguardia de su tiempo. Los cuadernos de Lanzarote de José Saramago, …

Leche negra de la muerte: Paul Celan

Una noche de abril de 1970, un hombre camina por la Avenida Emile Zolá de Paris. Mientras lo hace, recuerda su reciente viaje a Israel, hecho a fines del año pasado. Era su primera visita y, esta noche lo sabe, también la última. A su regreso se mostró tan jubiloso de haber conocido la tierra de sus ancestros que hasta pensó en irse a vivir allá. Piensa también en Samuel Beckett. Franz Wurm, un amigo poeta, le había invitado a ir a conocerlo, pero se negó. No le parecía correcto ir a visitar a alguien sin anunciarse. Pensar en Beckett lo lleva a recordar a su hijo, Eric, de 14 años. Habían quedado de ver juntos una puesta en escena de Esperando a Godot, pero un día antes canceló la cita con su hijo. Desde 1967 ya no vivía ni con él ni con su mujer y se fue a vivir solo a aquel apartamento de la Avenida Emile Zolá. Recuerda el 67 como un mal año. Fue acusado de plagio. Pero el 67 también …

Llámenlo eternidad

A las 9:30 de la mañana del tres de mayo de 1991, Katherina von Fraunhofer buscó a su esposo. Aunque compartían el mismo piso en Manhattan, tenían habitaciones y baños separados. La última vez que lo había visto fue la noche anterior, mientras él se arreglaba para ir a una fiesta organizada por su amigo Gay Talese. Cuando entró al baño, encontró el cuerpo de su esposo, desnudo, metido en la bañera a medio llenar. Tenía una bolsa plástica amarrada a la cabeza. Fraunhofer llamó a los servicios de emergencia, quienes declararon muerto en el lugar a Jerzy Kosinski, autor de Desde el jardín y El pájaro pintado, entre otras obras. Según la reconstrucción de los eventos realizada por la policía, Kosinski habría regresado de la fiesta de madrugada y después de su arribo al apartamento, habría decidido ejecutar el suicidio. Pero quienes habían estado con él en la fiesta estaban desconcertados. Kosinski no parecía un hombre a punto de matarse. Todo lo contrario, se le vio animado, conversador y encantador con todos, como solía …