Para cuando me vaya
El 14 de febrero pasado murió una querida amiga. Tuvimos una amistad cercana y larga. Ocurrió en otro país, donde vivimos el breve sueño de una utopía hecha realidad. Ocurrió en otro tiempo, cuando el filo de la muerte nos hacía amar la vida con furor y asombro. Ocurrió en esa edad en que nos sentimos inmortales, cuando la juventud te colma de belleza y el futuro es un tiempo que puede esperar.