Pequeña biografía de una gata
Nunca supe el día exacto de su nacimiento. Tampoco dejé apuntado en ninguna parte el día que entró a mi vida para nunca más salir de ella. Una mañana de junio de 1994 escuché maullidos detrás de mi casa en Managua. Allí había un botadero de basura y aquello no era inusual. Desalmados seres, de esos que se llaman humanos, solían ir a botar gatitos tiernos allí. Normalmente los maullidos duraban sólo unas horas. Pero estos maullidos duraron todo el día y toda la noche. Al día siguiente, los maullidos seguían. Luego de escuchar maullar a aquel gatito durante horas decidí “irlo a ver”, aunque sabía que eso significaba “irlo a traer” para salvarlo de una muerte segura. Fui hasta el botadero, me metí en medio de la basura y allí la vi, una gatita de lomo negro y pecho blanco, encaramada encima de una especie de refugio en ruinas. A diferencia de lo que se supondría, el animalito no estaba aterrorizado sino que, con toda confianza y bastante fastidio, maullaba mirando hacia todas partes …