Month: February 2012

The Composites

Brian Joseph Davis, músico, artista y escritor, ha impulsado un proyecto interesante. Utilizando los equipos de bosquejo usualmente usados por la policía, ha hecho bosquejos de personajes literarios de acuerdo a las descripciones que hay de ellos en los libros. Así ha creado una galería de personajes diversos que pueden verse en la página The Composites. El que ilustra la entrada es el sketch de Madame Bovary.

¿Y la felicidad?

El otro día leí una anécdota en internet que me llamó la atención. Supuestamente le ocurrió a John Lennon, aunque en otras partes aparece de manera anónima. Cuando tenía 5 años, su madre siempre le decía que la clave de la vida era ser feliz. Cuando entró a la escuela le preguntaron qué quería ser cuando fuera grande. Él respondió: “quiero ser feliz”. Los adultos le dijeron que no había comprendido la pregunta. El niño Lennon respondió: “ustedes no han comprendido la vida”. La felicidad es un tema que ha desvelado desde el origen de los tiempos a todos los pensadores. Hay cientos de definiciones y libros escritos sobre ello y podríamos hacer un vasto inventario con todo ello. En el campo de la literatura, curiosamente, la felicidad es mala consejera. Es decir, en la narrativa los personajes pueden buscar y luchar por la felicidad (tal como lo hacemos las personas comunes en la vida). Pero pensar que puede escribirse una novela o un cuento basado estrictamente en la felicidad sería imposible. Para que un …

Carátula 46

Carátula 46 ya está en línea, con un texto de Carlos Martínez Rivas, rescatado de la revista El pez y la serpiente de 1965, así como textos de Ignacio Padilla, Carlos Castro Jo, Cecilia Padilla, entre otros.

Entrevista con Roberto Saviano en El País

Desde entonces, más que una espada de Damocles, el escritor tiene las bastante más peligrosas pistolas de los camorristas apuntando a su cabeza. E Italia se ha dividido entre una minoría, desde aquel chico hasta ministros del último Gobierno de Silvio Berlusconi, que considera que ha pintado un cuadro de Italia que no existe y ha mentido y una aplastante mayoría que lo apoya y exalta su valor. La segunda opción es la más escogida en el extranjero, donde el autor no da abasto entre premios e invitaciones a festivales. Como ayer, en Barcelona, donde el escritor aprovechó para hablar, como acostumbra, de mafia y literatura. Este joven, que lleva una vida bajo escolta cambiando de casa cada dos por tres y cultivando la utopía de “una cerveza con los amigos”, ha envejecido mucho más allá de sus 31 años. Aun así, sigue en el campo de batalla. Y ayer aprovechó el certamen literario catalán para lanzar el enésimo desafío a las mafias y, de paso, al Gobierno español. “Lamento que el nuevo Ejecutivo aún no haya …

Una vida de novela: Charles Dickens

El 9 de junio de 1865 hubo un accidente famoso en Inglaterra. Se trató del choque de tren de Staplehurst donde los siete primeros vagones cayeron en un puente que estaba siendo reparado. Solamente uno de los vagones de primera clase se salvó. Uno de sus pasajeros se dedicó durante largas horas a socorrer a los heridos y a los moribundos hasta que llegaron los cuerpos de rescate. Antes de partir recordó que entre sus pertenencias estaba el manuscrito de una de sus últimas novelas titulada Nuestro amigo mutuo. Volvió al vagón a recuperarlo y luego partió. El hombre en cuestión era Charles Dickens. Sufrió heridas menores en este accidente pero jamás pareció recuperarse del stress post-traumático que el accidente le provocó. Dickens logró evadir las investigaciones correspondientes del accidente por un pequeño motivo: viajaba con una mujer que no era su esposa. Ellen Ternan y su madre eran las acompañantes de viaje de Dickens aquel día y la revelación de ese dato podría causar un escándalo en la moralista sociedad victoriana de aquel entonces. …

“Discurso en el depósito de objetos perdidos”, Wislawa Szymborska

Perdí algunas diosas en el camino de sur a norte, y también muchos dioses en el camino de este a oeste. Se me apagaron para siempre un par de estrellas, ábrete cielo. Se me hundió en el mar una isla, otra. Ni siquiera sé exactamente dónde dejé las garras, quién trae mi piel, quién vive en mi concha. Mis hermanos murieron cuando me arrastré a la orilla y sólo algún huesito celebra en mí ese aniversario. Salté de mi pellejo, perdí vértebras y piernas, me alejé de mis sentidos muchísimas veces. Desde hace mucho cerré mi tercer ojo ante todo esto, me despedí de todo con la aleta, me encogí de ramas. Se esfumó, se perdió, se dispersó a los cuatro vientos. Yo misma me sorprendo de mí misma, de lo poco que quedó de mí: un individuo aislado, del género humano por ahora, que sólo perdió su paraguas ayer en el tranvía. (De Si acaso, 1978, versión de Gerardo Beltrán).