El sótano inundado de nuestra memoria
El pasado lunes 29 de abril, la primera de varias fuertes lluvias que hubo esa semana, inundó el sótano de la Biblioteca Nacional de El Salvador, mojándose varios tomos de periódicos pertenecientes a las décadas de los 70 y los 80. La inundación no fue sólo de aguas lluvia sino también de aguas negras, ya que unas tuberías antiguas de cemento ubicadas al frente del edificio, rebalsaron sus aguas por los inodoros del sótano, zona donde se encontraban los periódicos. De esa emergencia, el público se dio cuenta pocos días después, cuando por la cuenta de Twitter de la Biblioteca Nacional se comenzaron a publicar fotos de la situación: cielos rasos caídos, suelo inundado, tomos de colecciones de periódico empapadas, siendo colocadas en mesas por los empleados de la institución, quienes usaban mascarillas y guantes de silicona. Los periódicos comenzaron a ser secados con ventiladores eléctricos, página por página. También se usó un papel secante especial para ese tipo de emergencias. Pero la magnitud del daño es tal, que se necesitó más papel y otros …