Literatura y movimiento
Las migraciones marcan los tiempos modernos como han marcado, de hecho, la historia de la humanidad. Los primeros habitantes del planeta fueron nómadas y aunque luego conocieron el sedentarismo, siempre hay quienes, por un motivo u otro, han continuado moviéndose, caminando, navegando, volando, huyendo, buscando, regresando, encontrando, reencontrando, descubriendo. El nomadismo pervive. Definir estos movimientos puede ser amplio: exilio interior, exilio forzado, migración económica, turismo, aventura. Los motivos para el movimiento son diversos como diversa es la gente y los medios por los que se ejecuta. Aviones, autobuses, vehículos, balsas, trenes, caminatas. Diverso es también el paisaje que se atraviesa, los riesgos que se corren. Pero algo unifica toda esta experiencia: el deseo del nómada por contarla, por darla a conocer. Puede ser como un testimonio de éxito; como una medida para prevenir de peligros a otros que estén por emprender la misma travesía; como una aventura que contar a los familiares y amigos; como un relato del asombro que provoca el paisaje y el descubrimiento; como una manera de comprender lo que se dejó …