Inventario de lluvias
Quiero recordar la primera vez que vi llover. No lo logro. Lo pienso mientras me paro frente a la ventana añorando una buena lluvia, una larga semana de tormentas. Extraño los días lluviosos. Siento nostalgia de la lluvia. Hago inventario de lluvias pasadas. Las lluvias en San Carlos, en la confluencia del Río San Juan y el Lago Cocibolca en Nicaragua. El lodo, el olor del lodo, el lodo siempre pringando la ropa. La lluvia “peluegato” apenas perceptible, ligerísima, pero que moja igual que una lluvia recia. El viento que se arremolinaba río abajo, las ondas que se dibujaban sobre el agua del río, anuncios de la lluvia. Aprender y saber y oler y presentir cuando viene una tormenta. Las nubes negras y los rayos en la distancia, en la otra orilla, allí donde el Río Frío llevaba a los viajeros hasta Costa Rica.