El cuento que se convirtió en novela
El 3 de mayo de 2013, es decir hoy hace exactamente tres años, estaba acostada en el sofá de mi casa pensando cuál debería ser mi siguiente proyecto de escritura. Meses antes había dado por terminada mi novela El asesino melancólico y después de una pausa me pareció que era hora de empezar con otro proyecto. Pensé en comenzar a escribir alguna de esas historias que siempre he dicho que “algún día voy a escribir”. Y se me vino una a la mente, algo que me ocurrió en Nicaragua a fines del 90, una de esas situaciones en las que decimos que la realidad supera a la ficción.