Sin importar la edad
Hace pocos días me enteré de que un amigo está desempleado desde hace cuatro meses. El lugar donde trabajaba desde hacía algunos años, hizo un recorte de personal y despidió a varias personas. Mi amigo ha buscado trabajo desde entonces y no ha encontrado nada. Atribuye esto a su edad, ya que pasa de los cincuenta años. Lo primero que pensé al enterarme de la noticia es que debería ser prohibido despedir a la gente mayor. Un despido a esa edad significa lanzar a la persona a un limbo de incertidumbre en cuanto a su futuro laboral y su estabilidad económica. Por desgracia sabemos que muy pocos lugares emplean a gente mayor de 45-50 años, no importando sus capacidades o estudios, debido a una serie de prejuicios etarios.