All posts tagged: columnas de opinión

Demasiados libros

A comienzos de noviembre se dio a conocer la noticia de que Lantia Publishing había comprado la empresa Círculo Rojo, una de las grandes marcas de autoedición en España. Con esta compra, Lantia Publishing se convierte en la mayor editorial española en el segmento de la autoedición. Círculo Rojo fue fundada en Almería en 2008 y, desde entonces, ha consolidado un catálogo de alrededor de 40.000 libros publicados por 36.000 autores de diversas nacionalidades. Por su parte, Lantia se suma con un catálogo que supera los cien mil títulos, escritos por 110.000 autores de 50 nacionalidades. Para hacernos una idea del volumen de libros que ambas editoriales producen, el Grupo Planeta publica anualmente alrededor de 2.500 libros repartidos entre todos sus sellos, mientras que Penguin Random House publica casi 2.000. Esta noticia es relevante para el mundo editorial y literario ya que demuestra algo: las empresas de autoedición publican más libros que la industria editorial formal. Las plataformas de auto publicación (entre ellas, el programa de Kindle Direct Publishing, de Amazon) ha permitido que toda …

Memorias de un navegante del porvenir

En la Nochebuena de 1977, los guardias del centro clandestino de detención, tortura y exterminio conocido como El Vesubio, ubicado en un predio del Servicio Penitenciario Federal de Buenos Aires, Argentina, se mostraron generosos con los prisioneros. Esa noche les dieron permiso de quitarse las capuchas y fumarse un cigarrillo. También les permitieron hablar entre ellos durante cinco minutos. Ese tiempo fue aprovechado por uno de los prisioneros, el de mayor edad, para saludar y darle la mano a cada uno de los detenidos que se encontraban ahí. El hombre en cuestión tenía casi 60 años. Estaba muy flaco. Se le veía adolorido. Cada movimiento que hacía le suponía un pesado esfuerzo, pero sacó ánimo para apretar la mano de todos.

La sustancia

La búsqueda de la eterna juventud en el ser humano es un tema recurrente en diversas manifestaciones artísticas. Está presente en libros, películas, pinturas y hasta canciones. Es un tema complejo que no se limita a una simple manifestación de la vanidad individual. Tiene que ver también con el envejecimiento, la enfermedad, el dolor físico y emocional, la soledad y el deseo de derrotar a la muerte misma o, por lo menos, de retrasarla el mayor tiempo posible. Estamos demasiado conscientes de cómo la sociedad trata a las personas mayores y cómo empieza todo tipo de discriminación a partir de cierta edad. Cómo somos vistos y aceptados (o rechazados) por la sociedad a medida que envejecemos inicia, muchas veces, por nuestra mera apariencia física.

Montecristo

El próximo 20 de diciembre será estrenada en los Estados Unidos El Conde de Montecristo, la nueva versión fílmica basada en la novela homónima de Alejandro Dumas. La película, una producción francesa, dirigida por Alexandre de la Patelliére y Matthieu Delaporte, con una duración de tres horas, viene precedida por comentarios muy entusiastas que la califican como una obra maestra. Aunque no quedó seleccionada, fue una de las cuatro películas participantes en la competencia para representar a Francia en la próxima entrega de los Premios Óscar de la Academia de Cine de Hollywood.

Las columnas literarias

La revista cultural Letras Libres dedicó su número de agosto de este año a los clásicos de la columna literaria. La revista, que se publica tanto en México como en España, y que está disponible de manera gratuita en internet, reúne diferentes artículos que destacan la labor de varios escritores para quienes este género es parte esencial de su trayectoria. El texto de presentación se refiere a la columna personal como un texto a caballo entre el periodismo y la literatura, que es visto a menudo como un género menor, o también como “una intromisión del no especialista en la imperiosa actualidad o, en el peor de los casos, (como) un mero ejercicio narcisista”.

Una curiosidad editorial

¿Están entusiasmados con el lanzamiento de En agosto nos vemos, la novela inédita de Gabriel García Márquez? La verdad es que yo no. Resulta obvio que cuando muere un escritor famoso, hay muchas personas que ansían encontrar entre los papeles del fallecido, una obra inédita, correspondencia, fotografías, ensayos o cualquier material que pueda publicarse para aprovechar la ola del duelo colectivo. El factor emocional suele ser un elemento explotado por el mercado para promover un producto que genere ventas y ganancias abundantes. Pensemos, por ejemplo, en los llamados “productos nostálgicos”. Los migrantes buscan en sus países de destino los alimentos que consumían en su país de origen, no sólo para replicar sus comidas y tradiciones, sino para recordar, a través de sabores y texturas, el añorado terruño.

Flores chinas

 Se sabe que los juegos pirotécnicos se originaron en la antigua China. Como muchos inventos, su descubrimiento fue casual. Algún cocinero hizo experimentos combinando caña de bambú, azufre, sal y carbón, lo que provocó una pequeña explosión en su cocina y la emisión de una bellísima bengala centelleante. La pólvora ya era utilizada con fines militares. Los niños, como entretenimiento, tiraban al fuego tallos de bambú, que provocaban explosiones de fuerte sonido. Con el tiempo, los tallos fueron rellenados con pólvora, hojas de papel y una mecha, naciendo así los primeros petardos o cohetes. Se fueron haciendo mezclas con otras sustancias químicas que llevaron a la creación de los fuegos artificiales o “flores chinas”, como las llamó el cronista sirio Hasan al-Rammah. Su origen tenía que ver con el uso militar de la pólvora, ya que era necesario crear humo de varios colores para enviar mensajes a gran distancia. No faltó mucho para que fueran adaptadas como forma de entretenimiento para los emperadores.

Los ciclos despiadados de la historia

A veces, cuando me toca escribir esta columna, tengo muchos temas sobre los cuales me gustaría hablar. Hago listas de ideas que voy anotando, para que no se me olviden. Otras veces pareciera que no tengo nada que decir o, más bien, estoy como muda por dentro. Las palabras no brotan como yo quisiera porque hay asuntos que imponen silencio, asuntos ante los cuales, no se sabe qué decir. Hechos y eventos que nos abruman. Eso me pasó esta semana en que, al sentarme a seleccionar el tema de este texto, todo me parecía banal y frívolo, casi innecesario, en comparación con diferentes eventos mundiales y regionales, que veo acontecer.

Cuarenta años después

A inicios de marzo del 2013, visité El Mozote. Tenía que pasar unos días en Perquín, departamento de Morazán, resolviendo un asunto de trabajo. Aproveché para visitar ése y otros lugares de la zona. Conocía los nombres demasiado bien: San Fernando, Calle Negra, río Sapo, Arambala, Torola. Eran nombres mencionados con frecuencia en los partes de guerra de Radio Venceremos, pero eran lugares que conocía solo en fotos. Sentía que ir a Morazán era una deuda pendiente. Pensé que ir me ayudaría a comprender algo, aunque no tenía claro el qué. Fue similar a lo que sentí cuando, en 2011, fui a Sachsenhausen, un campo de concentración cercano a Berlín, Alemania.

Sin importar la edad

Hace pocos días me enteré de que un amigo está desempleado desde hace cuatro meses. El lugar donde trabajaba desde hacía algunos años, hizo un recorte de personal y despidió a varias personas. Mi amigo ha buscado trabajo desde entonces y no ha encontrado nada. Atribuye esto a su edad, ya que pasa de los cincuenta años. Lo primero que pensé al enterarme de la noticia es que debería ser prohibido despedir a la gente mayor. Un despido a esa edad significa lanzar a la persona a un limbo de incertidumbre en cuanto a su futuro laboral y su estabilidad económica. Por desgracia sabemos que muy pocos lugares emplean a gente mayor de 45-50 años, no importando sus capacidades o estudios, debido a una serie de prejuicios etarios.

Antes del adiós

Como ya se habrán enterado quienes suelen leer este espacio, la revista Séptimo Sentido cierra sus páginas. En consecuencia, también se cierra este espacio, “Gabinete Caligari”, que nació desde el inicio de la revista, en junio del 2008. Doce años y medio de columna terminan el próximo 27 de diciembre. Se me agolpan las palabras y las ideas, pensando en todo lo que quisiera decir respecto a este final. En principio, lamento mucho el cierre de la revista, uno de los pocos espacios impresos que se dedicó a un periodismo más de fondo, con entrevistas y crónicas que tocaron temas imprescindibles de país y que, por lo general, no suelen encontrar el espacio necesario en páginas de otros medios impresos. No en vano, algunos reportajes publicados por la revista ganaron reconocimientos internacionales, como el reciente Premio de Periodismo en Profundidad, otorgado en el 2020 por la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) a la Excelencia Periodística. El premio fue concedido por la publicación de una serie de doce reportajes sobre el impacto de las desapariciones en …

Domingos

Durante muchos años de mi vida, odié los días domingo. Me parecían días muertos, aburridos, sin sentido. La laxitud, el silencio, las obligaciones familiares, una pereza resultante del agotamiento acumulado de la semana y una abrumadora sensación de soledad, moldearon las más de las veces esos días en los que no sabía ni qué hacer. Durante algún tiempo, intenté borrar el extraño sabor de los domingos probando diversas estrategias. Leía, escribía, escuchaba música. Eso me distraía del mal ánimo que me provocaba ese día, pero no del todo. Años después, durante un tiempo demasiado breve, los domingos fueron como una pequeña e íntima fiesta semanal que celebrábamos con Alguien, domingos en los que yo era terriblemente feliz. Cuando era niña, los domingos familiares tenían rutinas bastante inalterables. Después del desayuno, mi padre iba a una finquita que teníamos cerca de Panchimalco. Muchas veces lo acompañaba, con tal de eludir la otra rutina casera. Ese día no se hacía limpieza, pero sí se cocinaba algo especial. Por lo general hacíamos una barbacoa. Era el almuerzo familiar …