All posts filed under: Poesía

De Alaska, Horacio Castillo

El ojo de la foca -mi amuleto- me llevará hasta el oso blanco. ¿Hay algo más bello que perseguir al oso blanco en el océano blanco? Hace muchos sueños que sigo sus rastros, estas pisadas en la nieve que el viento borra y no llevan a ninguna parte; y los ojos, de tanto mirar, ya han dejado de ver. Pero a veces, en la inmensa blancura, he creído escuchar una especie de lamento, un bostezo no parecido al de ninguna otra criatura viviente; y cuando aparecen los primeros pelos de la sombra y el sol sangra cada vez más hasta desaparecer, alguien ha visto una silueta sobre la ladera convirtiendo la noche en el día, la oscuridad en luz. Ahora se ha agotado el aceite de la lámpara, las estrellas emigran hacia la tierra del caribú y los hombres, excitados, colocan las trampas, esperan la presa que se oculta para mostrarse. ¿Qué es ese resplandor en la escarpada colina? Tres veces he frotado el ojo de la muerte, tres veces prometí las vísceras a los …

Tres poemas de Antonin Artaud

Selva, selva, hormiguean ojos en los pináculos multiplicados; cabellera de tormenta, los poetas montan sobre caballos, perros. Los ojos se enfurecen, las lenguas giran el cielo afluye a las narices como azul leche nutricia; estoy pendiente de vuestras bocas mujeres, duros corazones de vinagre. Tres poemas de Antonin Artaud | Zona Literatura.

Cinco poemas de Alejandra Pizarnik

Afuera hay sol. No es más que un sol pero los hombres lo miran y después cantan. Yo no sé del sol. Yo sé la melodía del ángel y el sermón caliente del último viento. Sé gritar hasta el alba cuando la muerte se posa desnuda en mi sombra. Yo lloro debajo de mi nombre. Yo agito pañuelos en la noche y barcos sedientos de realidad bailan conmigo. Yo oculto clavos para escarnecer a mis sueños enfermos. Afuera hay sol. Yo me visto de cenizas. Cinco poemas de Alejandra Pizarnik | Zona Literatura.

Selección de poemas de Pier Paolo Pasolini

Sé bien, sé bien que estoy en el fondo de la fosa; que todo aquello que toco ya lo he tocado; que soy prisionero de un interés indecente; que cada convalecencia es una recaída; que las aguas están estancadas y todo tiene sabor a viejo; que también el humorismo forma parte del bloque inamovible; que no hago otra cosa que reducir lo nuevo a lo antiguo; que no intento todavía reconocer quién soy; que he perdido hasta la antigua paciencia de orfebre; que la vejez hace resaltar por impaciencia sólo las miserias; que no saldré nunca de aquí por más que sonría; que doy vueltas de un lado a otro por la tierra como una bestia enjaulada; que de tantas cuerdas que tengo he terminado por tirar de una sola; que me gusta embarrarme porque el barro es materia pobre y por lo tanto pura; que adoro la luz sólo si no ofrece esperanza. Selección de poemas de Pier Paolo Pasolini | Zona Literatura.

Allan Mills en Círculo de Poesía

Una muestra de inéditos del guatemalteco Alan Mills se comparte en la revista electrónica Círculo de Poesía: Polaroid Finalmente he podido tocar Al engendro que fui. Lo hice a través de una fotografía polaroid, Pegada en la pared. Al principio parecía yo mismo, A mi edad actual, Nada denunciaba el hallazgo De ningún ser sin Tiempo. Todo fue comenzar a rascar el material, El papel con la luz acumulada perdió capas Y más capas hasta que perforé el muro. Frente a mí se abrió un agujero negro. Parece el interior de un caracol. Avanzaba hacia a mí una especie de luz, Una iluminación imposible de explicar. Y pude verme partícula por partícula, Me sentí pasando por cada poro de mi piel, Era la energía ya caminando dentro de mí, La psique de un agujero negro, Tragándose al Universo. Foja de Poesía No. 277: Allan Mills – Círculo de Poesía.

William Carlos Williams – Asfódelo

Del asfódelo, esa flor algo verde, igual que un botón de oro sobre su tallo bifurcado —si no fuera porque es verde y leñoso— yo vengo, querida, a cantarte. Vivimos mucho tiempo juntos una vida llena, si quieres, de flores- Así que me alegré apenas supe que también había flores en el infierno. William Carlos Williams – Asfódelo : Ignoria. En inglés: Asphodel, That Greeny Flower (excerpt).

“Acertijo”, Benjamín Prado

Benjamín Prado lee “Acertijo”, en el Centro Cultural de España de San Salvador, viernes 25 de febrero 2011.   ¿Qué poeta comparó el humo con el laocoonte? ¿Qué poeta escribió basta que alguien me piense, para ser un recuerdo? ¿Quién afirma que la última gota es siempre una lágrima? Era una noche oscura. Y volví a a preguntarlo: ¿Quién escribió: quiero morir de día, cuando aman los leones? ¿Quién escribió: todo lo que no ha sido contado, es infinito? ¿Quién afirma que el canto de los gallos sólo existe en los sueños? Era una noche oscura y nadie respondía. ¿Qué poeta comparaba al diamante con el vuelo de un pájaro? ¿Quién oía la lluvia caer como las gotas de una espada? ¿Quién escribió este vaso que yo bebo, quedará vacío para ti? Y quien llamó a las rosas música aprisionada. Y quién dijo: la mano que valía para el amor, también servirá para el odio. Y quién dijo que sólo nuestras obras más puras deberían unirse al séquito del pasado. Aquél que me responda: Aquél …

“Do Not Go Gentle Into That Good Night”, Dylan Thomas (leído por Anthony Hopkins)

Este día mi padre cumple diez años de haber muerto. Todavía recuerdo con claridad la madrugada en que apresurada y aturdida, preparaba el viaje para venir desde Managua a San Salvador para el entierro, en medio de los dos terremotos del 2001 (me tocó estar para el segundo acá y vivir todas las réplicas, más un terremoto familiar que no voy a detallar, pero que trastocó mi vida, dolorosamente, para siempre). Sólo yo y una gata y un montón de papeles viejos sobrevivimos a tanto descalabro. Pero aquí estamos. Nos salvó la literatura, como siempre.

Leamos poesía

Una fiel lectora de este blog (una de varios lectores que con su entusiasmo no permitió que este blog muriera), me solicitó el otro día que le sugiriera libros de poesía qué leer. Me permito contestarle por este medio para enriquecer la respuesta con sugerencias de otros lectores, sobre todo porque no considero la poesía como mi especialidad. Lo cual no me hace insensible a ella. La leo poco. Quizás por eso mismo soy muy selectiva en su lectura. Trato de seleccionar calidad y sobre todo, lo que me guste, lo que me toque. Pero, como suele ocurrir en esto de la lectura, el gusto es algo muy personal y muy variable, y lo que gusta a unos, no gusta a otros.