¿El libro o la película?
El próximo estreno de una serie de Netflix, basada en la novela Cien años de soledad, ha causado gran expectativa entre lectores y espectadores. La idea de llevar a la pantalla diversas obras del escritor colombiano Gabriel García Márquez no es nueva. Algunos intentos de hacerlo en el pasado no tuvieron particular éxito. Eso nos lleva a pensar sobre los retos que implica adaptar un libro al lenguaje visual. La tarea no es imposible. Hay incontables ejemplos de novelas cuya versión fílmica ha producido películas de primera calidad. También ha habido fracasos rotundos. El primero que se me viene a la cabeza es la película Seda (2007) de François Girard, basada en la novela homónima del italiano Alessando Baricco. La novela es genial; la película, una decepción absoluta que no supo captar, para nada, el espíritu ni el ambiente que provoca la narración.







