Veo cosas maravillosas
Hussein Abdel Rasoul tenía 12 años de edad cuando se integró al equipo de trabajadores egipcios que, en 1922, realizaban excavaciones en el Valle de Los Reyes. Ubicado en una zona desértica de la orilla occidental del río Nilo, frente a Tebas (la actual Luxor), se creía que en dicho valle podrían estar enterrados varios faraones con sus correspondientes ajuares funerarios. Hussein era el aguador de los trabajadores. Dos veces al día debía llevar varias ánforas llenas de agua hacia el sitio de las excavaciones. Las transportaba amarradas a un burro. Cuando llegaba al sitio, hacía pequeños agujeros en la arena para colocar los recipientes y que estos quedaran seguros, en una posición estable, para que no se derramara el agua. Fue así como el 4 de noviembre de 1922, al hacer uno de dichos agujeros, se topó con una piedra que le llamó la atención. Era lisa y ancha, nada parecida a todas las demás. Hussein tenía ojo para esos detalles. Era miembro de una familia que se había dedicado a las excavaciones y …








