All posts tagged: columnas

Veo cosas maravillosas

Hussein Abdel Rasoul tenía 12 años de edad cuando se integró al equipo de trabajadores egipcios que, en 1922, realizaban excavaciones en el Valle de Los Reyes. Ubicado en una zona desértica de la orilla occidental del río Nilo, frente a Tebas (la actual Luxor), se creía que en dicho valle podrían estar enterrados varios faraones con sus correspondientes ajuares funerarios. Hussein era el aguador de los trabajadores. Dos veces al día debía llevar varias ánforas llenas de agua hacia el sitio de las excavaciones. Las transportaba amarradas a un burro. Cuando llegaba al sitio, hacía pequeños agujeros en la arena para colocar los recipientes y que estos quedaran seguros, en una posición estable, para que no se derramara el agua. Fue así como el 4 de noviembre de 1922, al hacer uno de dichos agujeros, se topó con una piedra que le llamó la atención. Era lisa y ancha, nada parecida a todas las demás. Hussein tenía ojo para esos detalles. Era miembro de una familia que se había dedicado a las excavaciones y …

La llegada del mundo invisible

Hace un par de semanas terminé de leer La llegada del mundo invisible del escritor salvadoreño Pedro Romero Irula. El libro, publicado a inicios de este año por la editorial salvadoreña Índole, reúne siete cuentos cortos en una edición de 66 páginas. Romero Irula no es un desconocido en el mundo de las letras. En años recientes comenzó a publicar algunas de sus narraciones en las revistas digitales Café irlandés, La piscucha, La Zebra, Literariedad y El escarabajo. En el 2019, junto con Luis Contreras, contribuyó como compilador de la publicación Lados B, de la editorial Los Sin Pisto, una selección de cuentos escritos por un grupo de voces emergentes en la literatura salvadoreña. Así mismo, publicó Dos bolos, un libro electrónico gratuito, con la Editorial Entre Tejas de Chiapas, México, en 2022. En una nota al final de La llegada del mundo invisible, Pedro explica que todos los relatos se originan en la cultura popular salvadoreña. Algunos vienen de la tradición oral o son una adaptación libre de fuentes de archivos históricos. Este elemento …

Amistades perdidas

Hace poco tuve oportunidad de ver la película The Banshees of Inisherin (2022) del director Martin McDonagh. En Hispanoamérica la titularon como Los espíritus de la isla. Fue nominada a diferentes premios cinematográficos, ganando varios de ellos. Está protagonizada por Colin Farrell y Brendan Gleeson, quienes ya habían trabajado en el 2008, junto con McDonagh, en la comedia negra En Brujas (In Bruges). La historia de The Banshees… transcurre en una isla irlandesa, donde dos amigos de toda la vida, Pádraic y Colm, terminan su amistad. Esto ocurre de manera impuesta, ya que es Colm el que, de un día para otro y sin darle explicación alguna a Pádraic, decide que ya no quiere hablar con él. Tenían por costumbre tomarse unas cervezas después de los oficios del día. La comunidad entera sabe de su amistad y están tan extrañados, como el mismo Pádraic, por aquel distanciamiento.

La Callejera

Todo comenzó hace cosa de 5 o 6 años. Un día me asomé a la ventana que da a la calle de la colonia y vi a una gata tomando agua de la cuneta. El agua se miraba espumosa, es decir, parecía agua jabonosa, de alguien que estaría lavando algo. Bajé de inmediato a sacarle un trastecito con agua limpia. Ella, huraña, salió corriendo al verme. Dejé el traste en el patio frontal, con la esperanza de que lo descubriera y tomara agua limpia.

La última y nos vamos

La última columna del año siempre me era la más difícil de escribir. La gente anda con la atención en otra parte y no quiere saber de problemas ni de temas muy duros. Pero la de este año trae un doble nivel de dificultad. Es la última columna de un año en pandemia, y también la última columna de una revista que hoy cierra sus páginas. Nunca me ha gustado repetir las frases comunes, frases repetidas infinidad de veces, por obligación o formalismo, que casi han perdido su sentido. En la temporada de fin de año, prefiero hacer notar que no todos son felices en esta época.

Voy a dormir

Es de noche y se avecina una tormenta. Una mujer de 46 años que está hospedada en una pensión de Mar de Plata, Argentina, sufre de dolores terribles. La morfina ya no ayuda más. Debilitada por el dolor, llama a la asistenta del lugar y dicta una carta para su hijo Alejandro, de 26 años: “… Suéñame, que me hace falta. Te escribo tan sólo para que veas que te quiero”. En la madrugada del 25 de octubre de 1938, la mujer sale de su habitación. La tormenta ha comenzado. Quizás ya había escogido el lugar en días anteriores. Quizás nada más caminó y lo encontró. Lo cierto es que llegó hasta un espigón y desde allí se lanzó al mar.

Míster Eléctrico

En el otoño de 1932, un niño de 12 años llamado Ray Douglas Bradbury, regresaba junto con su familia del entierro de su tío favorito. Mientras el coche avanzaba, Ray miró hacia la orilla del Lago Michigan y distinguió las carpas del circo Dill Brothers Combined Shows, que había llegado a la ciudad la noche anterior. El niño urgió al padre que detuviera el coche. Éste se molestó ya que recién venían de un entierro, pero finalmente se detuvo y Ray Bradbury salió corriendo loma abajo hasta llegar al circo. Lo primero que vio cuando llegó fue a un hombre al que llamaban Míster Eléctrico. Estaba sentado sobre una plataforma, en la entrada principal del lugar. En aquellos días, Ray estaba fascinado con la magia. De hecho, llegó a pensar que, “cuando fuera grande”, sería un mago profesional. Fue el pretexto ideal para acercarse a Míster Eléctrico: le pidió que le explicara cómo hacer un truco de magia. Eléctrico complació la petición y le enseñó algún truco. Luego lo llevó a conocer a los otros …

Domingos

Durante muchos años de mi vida, odié los días domingo. Me parecían días muertos, aburridos, sin sentido. La laxitud, el silencio, las obligaciones familiares, una pereza resultante del agotamiento acumulado de la semana y una abrumadora sensación de soledad, moldearon las más de las veces esos días en los que no sabía ni qué hacer. Durante algún tiempo, intenté borrar el extraño sabor de los domingos probando diversas estrategias. Leía, escribía, escuchaba música. Eso me distraía del mal ánimo que me provocaba ese día, pero no del todo. Años después, durante un tiempo demasiado breve, los domingos fueron como una pequeña e íntima fiesta semanal que celebrábamos con Alguien, domingos en los que yo era terriblemente feliz. Cuando era niña, los domingos familiares tenían rutinas bastante inalterables. Después del desayuno, mi padre iba a una finquita que teníamos cerca de Panchimalco. Muchas veces lo acompañaba, con tal de eludir la otra rutina casera. Ese día no se hacía limpieza, pero sí se cocinaba algo especial. Por lo general hacíamos una barbacoa. Era el almuerzo familiar …

La pasión según Lispector

En agosto de 1967, el periódico Jornal do Brasil le ofreció a Clarice Lispector la posibilidad de escribir crónicas de manera semanal. Para Lispector, el ejercicio no sería algo nuevo. Había publicado crónicas periodísticas en los años 40, en un periódico de Campinas, ciudad de la municipalidad de Sao Paulo. Luego, en los años 50, publicó una columna llamada “Entre mujeres” que firmaba con los seudónimos de Ilka Soares y Helen Palmer. Hablaba de maquillaje, moda y cocina. Pese a dudarlo un poco, Lispector aceptó la oferta del Jornal do Brasil. La necesidad económica se impuso sobre su temor de escribir crónicas, un asunto que sería incluso tema ocasional de su columna. “Sé que lo que escribo aquí no puede llamarse crónica, ni columna, ni artículo”, escribe en alguna entrega. Lo cuestionará hasta diciembre de 1973 en que dejó de publicarlas, luego de producir poco más de 400 textos que pueden leerse en diversas antologías. Las dudas sobre su escritura periodística estaban relacionadas con lo que consideraba su verdadero oficio literario. Lispector escribía novela y …