Autor: Jacinta Escudos

Un año de buen cine

Escribo esta columna al día siguiente de anunciadas las nominaciones a los Premios Óscar, premio anual concedido por la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas a lo que sus miembros votan como lo mejor del cine. Como cada año, después de dicho anuncio, el público discute sobre las ausencias y las personas o películas que, según muchos, debieron recibir una nominación. Mientras van y vienen nombres y argumentos, pienso que se pierde de vista el estado general del cine que conocimos el año pasado que, en mi opinión, aportó muchísimas producciones de gran calidad. Me arriesgo a decir que el 2023 fue un año de buen cine.

El valor de un libro

Cada vez que leo o me hacen la pregunta de cuál es el libro que salvaría de mi biblioteca personal en caso de un incendio, pienso en el mismo: la Antología de poesía surrealista francesa publicada por Ediciones Coma, de México, en 1981.  La compilación fue hecha por Julio Ulloa e incluye traducciones de Aldo Pellegrini, César Moro y Emilio A. Westphalen, entre otros. Hay una nota biográfica de los más de 50 autores incluidos y varios poemas de cada escritor. André Breton, Louis Aragón, Paul Eluard, Leonora Carrington, Benjamin Péret, Antonin Artaud, Tristán Tzara, René Char, Aimé Césaire, Jacques Prevert y Robert Desnos son algunos de los autores incluidos.

Bisagra del tiempo

Los fines de año parecen siempre obligar a un repaso general del periodo que termina. También se impone como costumbre planificar e imaginar hacia adelante, hacia el futuro. Es un impulso natural en el ser humano sentir que, cuando hay un final, es eminente hacer un recuento a partir del cual, se puede ver hacia adelante. Será por eso que los romanos adoraron a Jano, dios de las puertas, los comienzos y los finales. Estaba representado por una imagen que tenía dos rostros, cada uno mirando en dirección opuesta. En relación al tiempo, Jano podía ver tanto hacia el pasado como hacia el futuro. Se le invocaba en el primer día del año. Por su capacidad de ver las dos caras del tiempo, su nombre (en latín Ianuarius) sirvió para bautizar el primer mes del año.

Flores chinas

 Se sabe que los juegos pirotécnicos se originaron en la antigua China. Como muchos inventos, su descubrimiento fue casual. Algún cocinero hizo experimentos combinando caña de bambú, azufre, sal y carbón, lo que provocó una pequeña explosión en su cocina y la emisión de una bellísima bengala centelleante. La pólvora ya era utilizada con fines militares. Los niños, como entretenimiento, tiraban al fuego tallos de bambú, que provocaban explosiones de fuerte sonido. Con el tiempo, los tallos fueron rellenados con pólvora, hojas de papel y una mecha, naciendo así los primeros petardos o cohetes. Se fueron haciendo mezclas con otras sustancias químicas que llevaron a la creación de los fuegos artificiales o “flores chinas”, como las llamó el cronista sirio Hasan al-Rammah. Su origen tenía que ver con el uso militar de la pólvora, ya que era necesario crear humo de varios colores para enviar mensajes a gran distancia. No faltó mucho para que fueran adaptadas como forma de entretenimiento para los emperadores.

Funciones de una biblioteca nacional

En 1987, la UNESCO encargó a la Federación Internacional de Asociaciones de Bibliotecarios y Bibliotecas (IFLA, por su sigla en inglés), hacer una investigación para definir el concepto y funciones de las bibliotecas nacionales. Esta definición es importante para comprender sus objetivos y para distinguirlas de otro tipo de bibliotecas, cuyos destinatarios finales tienen intereses y necesidades diferentes. La UNESCO distingue seis tipos de bibliotecas: las nacionales, las universitarias, bibliotecas especializadas, las no especializadas, bibliotecas escolares y bibliotecas públicas. La IFLA, por su parte, señala que hay trece tipos de bibliotecas (aunque algunas podrían incluirse dentro de la clasificación de bibliotecas especializadas).

Prohibir libros

 Se está convirtiendo en costumbre. Cada tanto tiempo, alguna biblioteca escolar en los Estados Unidos recibe la orden de retirar numerosos libros por considerarlos “inapropiados” para los estudiantes. Volvió a ocurrir hace quince días en el condado Collier, del estado de Florida. Casi cuatrocientas obras literarias fueron retiradas de las bibliotecas escolares con el pretexto de acatar la ley 1069 de la legislación estatal, que limita la educación sexual en menores de edad. El criterio para retirar los libros es no exponer a los menores de edad a contenido sexual explícito.

Morir es un arte

La mañana del 11 de febrero de 1963, se levantó temprano. Aquel había sido uno de los inviernos londinenses más crudos y el frío sólo había servido para aumentar su depresión. Sus dos hijos dormían. Previendo que al levantarse tendrían hambre, fue hasta la cocina, sirvió un par de vasos con leche, preparó algo de pan con mantequilla y colocó los alimentos en el cuarto de los niños, sin hacer el menor ruido. Luego fue por toallas, todas las que pudo encontrar, y las mojó. Con ellas tapó la ranura inferior de la puerta, para aislar totalmente el cuarto de los pequeños. Revisó por última vez la nota que dejó sobre una mesa, dirigida a Trevor Thomas, el vecino que vivía en el apartamento debajo del suyo. En la carta estaba anotado el nombre y el teléfono de su doctor.

Los ciclos despiadados de la historia

A veces, cuando me toca escribir esta columna, tengo muchos temas sobre los cuales me gustaría hablar. Hago listas de ideas que voy anotando, para que no se me olviden. Otras veces pareciera que no tengo nada que decir o, más bien, estoy como muda por dentro. Las palabras no brotan como yo quisiera porque hay asuntos que imponen silencio, asuntos ante los cuales, no se sabe qué decir. Hechos y eventos que nos abruman. Eso me pasó esta semana en que, al sentarme a seleccionar el tema de este texto, todo me parecía banal y frívolo, casi innecesario, en comparación con diferentes eventos mundiales y regionales, que veo acontecer.

Nuestra salud mental a la deriva

Hay muchas cosas que reflexionar y decir sobre el reciente suicidio en una concurrida calle de San Salvador, un hecho que conmocionó a muchos, por diferentes motivos. La noticia fue viral ya que se reprodujo una y otra vez la imagen del fallecido, incluso en varios medios de comunicación, a pesar de existir lineamientos en los manuales de estilo periodístico que orientan sobre el tratamiento adecuado de dicho tipo de noticias. El objetivo principal es evitar el sensacionalismo y el morbo. Es, además, una forma de respeto a los familiares y amigos del fallecido y evita lo que los psicólogos llaman “el estímulo de imitación”.

El Conde

A mediados de este mes de septiembre se estrenó El Conde, la más reciente película del director chileno, Pablo Larraín. Definida como una “comedia negra y de terror”, su protagonista es el general chileno Augusto Pinochet, convertido en un vampiro que ha vivido durante 250 años, pero que tiene muchas ganas de morir. A nivel técnico, la película tiene una realización impecable. El blanco y negro más la fotografía de Edward Lachman permiten no sólo la construcción de una ambientación oscura y surreal, sino que la convierten en un producto de calidad visual fascinante. A nivel plástico, es genial la imagen de Pinochet volando sobre la ciudad de Santiago, utilizando su abrigo como instrumento propulsor de su vuelo, que alude a las capas de los super héroes o a las de los vampiros clásicos, como el interpretado por Bela Lugosi.

Oppenheimer

Uno de los estrenos cinematográficos más sonados de este año ha sido Oppenheimer (2023) del director Christopher Nolan. La película narra la historia de J. Robert Oppenheimer, el físico teórico estadounidense conocido como el “padre de la bomba atómica”. El guion está basado en el libro Prometeo americano: El triunfo y la tragedia de J. Robert Oppenheimer, escrito por Kai Bird y Martin J. Sherwin, ganadores del Premio Pulitzer de Biografía o Autobiografía, en el 2006. Un artículo de The New York Times cuenta, por cierto, que la mencionada biografía implicó un trabajo de 20 años, solamente para la parte investigativa realizada por Sherwin, quien abrumado ante la cantidad de información no sabía cómo terminar el proyecto. Cuando por fin invitó a Bird a participar, la parte de la redacción tomó todavía cinco años en completarse. Sherwin, quien murió de cáncer de pulmón en octubre del 2021, no alcanzó a conocer el proyecto de Nolan, pero Bird asegura que hubiera estado complacido con el resultado.

El humor social de los salvadoreños

¿Cuáles son las principales características de los salvadoreños? ¿A qué personajes admiran más? ¿Qué tipo de contenido preferimos al usar las redes sociales? ¿Cuáles son los influencers más admirados? Estas y varias preguntas atípicas más forman parte de un estudio llamado “El humor social y político, cosmovisión e ideología de los salvadoreños”, con el cual se inauguró el Centro Universitario de Neurociencias (CUN), institución dedicada a diversos estudios individuales y colectivos, educativos y sociales, relacionados con el cerebro humano, y que forma parte de la Universidad Francisco Gavidia de El Salvador.