El pálido jinete
Es curioso que la pandemia de gripe de 1918, conocida como la gripe española, tenga tan poca presencia en la literatura o el arte de su tiempo. Se podría pensar que un evento mundial, que produjo más de 50 millones de muertos, tendría una resonancia profunda entre los artistas de aquella época. Es posible que los eventos hayan sido tan abrumadores, que no permitieron el estado de ánimo adecuado para elaborar dichos sucesos a través de la obra artística. Algunas experiencias de la época parecen confirmarlo. El poeta estadounidense William Carlos Williams, quien además era doctor y tuvo que atender enfermos a domicilio durante la crisis, detalló que los médicos debían hacer hasta sesenta visitas diarias. “Varios de nosotros perdimos el conocimiento, uno de los jóvenes murió, otros se contagiaron y no teníamos nada que fuera eficaz para controlar ese potente veneno que se estaba propagando por el mundo”, contó luego en su autobiografía. El poeta francés Guillaume Apollinaire, se contagió de la gripe española en París, mientras seguía convaleciendo de una herida de metralla …