Noticias desde la Calle Desolación
Que le hayan dado el Premio Nobel de Literatura 2016 a Bob Dylan, un cantautor, no me sorprende. No siento que sea “un insulto a los escritores o a la literatura”, ni tampoco que “la literatura ha muerto” por eso, como dijeron muchos detractores de esta designación, entre ellos, varios escritores reconocidos. ¿Por qué tanto desgarrarse las vestiduras por un premio literario, no importando cómo se llame el premio o el ganador del mismo? La literatura no es competencia. El Nobel no es un sello indiscutible, absoluto e incuestionable de calidad. Hay docenas de ganadores del Nobel de Literatura que son desconocidos y que están en el olvido, a pesar de haberlo ganado. Los sorprendidos porque el Nobel de Literatura se le concediera este año a un músico, aprovechan también para despotricar contra la ganadora del año pasado, una periodista. Son sus argumentos para decir que en Suecia ya no saben lo que es literatura. Olvidan o ignoran que en 1953, el estadista británico Sir Winston Churchill ganó el mismo premio por “su maestría en …