Filmografía de Stanley Kubrick
Repaso de la filmografía de Stanley Kubrick a través de un animado hecho por Martin Woutisseth. [vimeo http://vimeo.com/23030893 w=500&h=400]
Repaso de la filmografía de Stanley Kubrick a través de un animado hecho por Martin Woutisseth. [vimeo http://vimeo.com/23030893 w=500&h=400]
En la biografía de un escritor hay un momento en que la fascinación por la literatura se une e incluso se rinde a la mitología del cine. A los 16 años un día me escapé de casa en tren a Valencia. Fue una huida corta, un vuelo gallináceo que duró 24 horas con una sola noche. Después de perderme por las calles nocturnas de la ciudad, de colarme en algunos garitos, de ir al circo americano en la plaza de toros me metí en el cine cuya fachada tenía los cartelones más grandes y en ellos a todo color aparecía un enano con monóculo de cordoncillo y unas bailarinas de cancán con los pololos encabritados en el aire. Era Moulin Rouge, de John Huston. Desde entonces este director se erigió en uno de los fantasmas de mi libertad. Lo llevo asociado a un sabor de fugitivo, de estar fuera de la autoridad moral del padre y al castigo que me esperaba al volver al hogar. Con el tiempo adoré también a Toulouse-Lautrec, interpretado por José Ferrer, como …
En “The Dawn of Man”, cuando nuestros ancestros simiescos descubren que pueden tomar algo, y con ello, golpear. El hombre descubre la violencia. Y el acto de matar. La herramienta, the weapon of choice, puede ser cualquier cosa. Una piedra, un hueso, una quijada de asno. Matar le puede servir para dos fines: alimentar o vencer a sus enemigos. Luego, matar cobrará otras categorías: desahogar furias, demostrar poder, causar miedo. Los otros, los que aún no descubrieron el acto de matar, miran con espanto cómo uno de los suyos cae, no se mueve más. Está muerto. Aprenderán por el ejemplo. Matarán también, tarde o temprano. Más adelante, mucho más adelante, el hombre descubrirá que las palabras también hieren. Y hasta matan. Simultáneamente descubrirá que el silencio o el no decir también es hiriente, asesino, doloroso. Las naves espaciales flotando en el espacio. Tan reales. El espacio, la soledad. Y si no fuera por la música, el silencio. El infinito, angustiante silencio. La limpieza de la estructura y las naves. La respiración del capitán Dave Bowman …
The Curious Case of Benjamin Button (David Fincher, 2008) y el cuento de F. Scott Fitzgerald, incluido en Tales of the Jazz Age sobre el cual se basa libremente: Ninguna relación entre ambos, a excepción del hecho que el personaje se llama igual y que nace anciano y rejuvenece a medida que pasa el tiempo en las dos historias. El cuento de Fitzgerald está contado de una manera diríase casi humorística, hasta que llega a su final, en que la sencillez de la redacción le confiere toda seriedad y dramatismo al caso: He did not remember clearly whether the milk was warm or cool at his last feeding or how the days passed—there was only his crib and Nana’s familiar presence. And then he remembered nothing. When he was hungry he cried—that was all. Through the noons and nights he breathed and over him there were soft mumblings and murmurings that he scarcely heard, and faintly differentiated smells, and light and darkness. Then it was all dark, and his white crib and the dim faces that moved …