Tenemos entendido que “Al otro lado del mar” perdió aquí los Juegos Florales de dramaturgia de San Miguel y luego ganó el premio Casa de las Américas, el más prestigioso de Latinoamérica. ¿Cómo se puede explicar eso?
Voy a hablar de dos momentos, cómo lo vi en aquel momento y qué pienso ahora. En El Salvador no hay incentivos para la producción literaria más que el de los premios de los Juegos Florales. En estos Juegos Florales son jurados locales: si el certamen es en San Vicente, entonces llamamos a los profesores de San Vicente y la percepción del jurado sigue siendo muy local, y a veces al jurado local de poesía se enfrenta con la obra de un poeta como Roberto Laínez, por mencionar a alguien súper formado, a ese jurado local le va a quedar grande la poesía de Roberto Laínez. Esto ha pasado a lo largo del tiempo, incluso cuando nosotros nos prestamos a ser jurados. Yo he tenido experiencias como jurado que me han hecho cuestionarme, porque uno mismo dice: “¡Ay, pero si son los Juegos Florales, una media lectura voy a dar!”… ¡y somos los mismos escritores los que nos quejamos de que aquí no hay premios de nada, pero nosotros mismos le estamos restando validez!¿Crees que eso le pasó a tu obra en San Miguel?
Mirá, si alguna vez yo he tenido en mi vida la certeza de que he mandado una obra que va a ganar, fue esa vez, en 2009. Porque cuando terminé “Al otro lado del mar” yo sentía que había trascendido. En ese momento leí la obra y yo decía “esta es la mejor obra que he escrito”, entonces la mandé con la certeza de que iba a ganar y que iba a granjearme el Gran Maestre en Dramaturgia (título que se otorga cuando se ganan tres veces los mismos Juegos Florales), ya tengo el Gran Maestre de Teatro Infantil de los Florales de Santa Tecla… Pues yo decía ya soy Gran Maestre en Dramaturgia también, y no lo decía por ínfulas, sino con la sensación de que tenía frente a mí una cosa superior a lo que yo había estado escribiendo antes. Entonces, cuando mi predicción falla me quedé con cara de “¿qué paso?”… A veces me he llegado a preguntar cómo se me ocurrió la locura de mandarla después a Casa de las Américas si acababa de perder aquí adentro, ja ja ja…
Entrevista completa con Jorgelina Cerritos aquí.