¿Por qué no podías dejar (de escribir)? ¿Qué es lo que necesitabas del escribir?
En primer lugar, había una necesidad de escribir en virtud de que —como sabes, mi memoria es muy mala; y buena parte de mi vida cotidiana se convirtió en una especie de persecución de mi mismo. Consistía en documentar lo que yo he hecho, tan solo para mi mismo y en virtud de que si no lo hacía lo iba a perder, me lo iba a olvidar. Por lo tanto, se me volvió ineludible volver a escribir. Al menos volver a llevar diarios. Pero por otro lado se me instalaba la convicción de que tenía algo para decir y que había algunas personas que estaban, allí afuera, con interés de escucharme. Y estaba la cuestión también de que, supongo por la forma en que fui criado, la literatura es para mí una forma de participar en los asuntos de mi tiempo. Quizás una forma ineficaz o incompleta, pero tal vez sea la única forma que yo conozco para expresar esta voluntad de la transformación que es un mandato para quienes somos hijos de activistas políticos de los setentas.
Patricio Pron: “La literatura es una forma de participar en los asuntos de mi tiempo”.