Entrevistas

“El nazismo, simbolizado por Hitler, ejemplifica dilemas que enfrentamos hoy en el mundo”

¿Cómo explica la fascinación que sigue ejerciendo Hitler como figura casi mitológica, que se refleja en su protagonismo en obras de la cultura popular como novelas y películas?
Intento dirigirme a este tema al final del tercer volumen de mi historia. Hitler equivale al nazismo, y les resulta fácil a las personas identificar todo el nazismo con ese individuo. Creo que la fascinación es que los crímenes de los nazis crean preguntas muy serias de la moral humana en general que van más allá de la historia de Alemania. Nos hace reflexionar hasta sobre situaciones del mundo de hoy y la conducta de nuestras propias vidas. Creo que el nazismo fue la ideología más racista que haya existido nunca. Y hoy el racismo es un tema preocupante en el mundo; estudiar el nazismo resulta útil para entender el racismo porque es su manifestación más extrema. Creo que Hitler, como un dictador popular y todopoderoso que no fue afectado por la insatisfacción de muchas personas por algunos aspectos de su régimen –allí también provoca preguntas sobre la democracia, las dictaduras, sobre cuán lejos uno puede resistir las dictaduras, las aboliciones de libertades civiles… Todo el fenómeno del nazismo, simbolizado por Hitler, ejemplifica —en una forma muy aguda— muchos de los dilemas con los que nos tenemos que enfrentar hoy en el mundo.

¿Cuáles son las lecciones, entonces, del nazismo para el mundo de hoy?
Que tenemos que ser atentos al racismo y combatirlo en todas las formas que surgen; tener mucho cuidado en preservar las libertades civiles y pensar dos veces antes de aceptar que se limiten. Tenemos que mirar al nazismo y darnos cuenta de las formas en las que la propaganda nazi puede atrapar a la gente. Hay que tener en cuenta que lo que nos dicen los gobiernos no siempre es la verdad. Hay muchas lecciones. Lo que intento hacer en mi libro es mostrar cómo el nazismo y el tercer Reich no fue una película de Hollywood donde hay buenos por un lado y malos por otro, sino que la gente común y corriente tuvo que enfrentarse con dilemas complicados que no pudieron resolver en muchos casos. Es muy fácil criticar retrospectivamente, pero uno tiene que estar conciente de la amplia variedad del comportamiento humano y de las reacciones en el período nazi. Eso es lo que intenté demostrar en los tres libros: dar una visión más equilibrada y sofisticada para que no sean tan crédulos en el presente que vivimos. Es muy fácil hoy acusar a alguien de ser nazi, o decir de algo es como Auschwitz: Pero cuando tienes en cuenta el enorme horror que fueron esas cosas uno tiene que discriminar más a la hora de juzgar eventos contemporáneos.

Entrevista completa con Richard Evans aquí.

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