E-book

De viaje con el Kindle

Ahora le tocó el turno al Kindle de salir de viaje conmigo. Algo tuve que asumir en este viaje que ya venía sospechando hace mucho y es que leo poco cuando viajo.

Leo un poco en los aviones (no mucho la verdad) y mucho menos cuando estoy en otro país. Vamos: no voy a encerrarme en un hotel o en casa de amigos en otras tierras a leer cuando lo que quiero hacer es tragarme la otra ciudad, conocerla, explorarla, visitar sus museos y puntos emblemáticos, hablar con sus habitantes y conocerla de la mejor manera posible… a menos que se trate de un lugar tan imposible como San Salvador, es decir, de un lugar donde no se puede salir a la calle porque te asaltan, donde no se puede salir de noche porque te asaltan, donde no se puede andar sola como mujer porque te asaltan, etc.

Habiendo dicho esto, como era un viaje trasatlántico, pensé que aprovecharía el cruce del océano para leer mucho. Error: a la ida, los vecinos de asiento se vieron molestos por la luz que yo tenía encendida mientras todos querían dormir y yo gozaba de mi siempre natural y razonable insomnio (dado el cambio de horarios) y me miraron con miradas asesinas. Tuve que apagar la luz y hacer como que dormía cosa que no puedo mucho en los aviones. Y a la vuelta me pasé con una espantosa migraña desde Madrid hasta Guatemala y lo que menos iba a hacer era leer.

En viajes pasados lo que siempre hacía era llevar uno o dos libros de paseo. Literalmente. Ni los abría. Y yo pensaba: mis libros me aman porque los saco de viaje, ajaja. Ahora me estarán odiando porque el viajero es el Kindle.

Pero ya poniéndonos serios: el Kindle es genial para viajar por su poco peso y porque llevo dentro de él varios libros. Puedo seguir con varias lecturas o lo que se me antoje leer. La verdad a mí me cuesta concentrarme para leer mientras viajo porque creo que mi mente está recibiendo tantas impresiones que anda a mil por hora, anda elaborando todo lo nuevo que va recibiendo y eso me impide concentrarme y enfocarme.

A pesar de ello, cuando quedan algunas horas muertas, que suelen ser pocas durante un viaje, logro leer un poquito. Por lo demás, siempre en los viajes traigo un par de libros nuevos de vuelta (de este viaje traje 5, como si no tuviera suficientes ya).

Pero lo que me llamó la atención fue no ver a más gente viajando con estos aparatos. Yo pensé que iba a encontrarme a mucha gente con lectores electrónicos en los aviones, en los aeropuertos y en las ciudades a las que fuera. Nada. De un total de 15 días, 2 ciudades visitadas y varios aeropuertos, solamente me topé con 2 personas que andaban uno con un Kindle y otro con un Nook (el lector de Barnes and Noble, a ése me lo topé en el aeropuerto de Guatemala). El del Kindle era un estadounidense que asistió al mismo taller que yo en Alemania. De ahí, pare de contar. De hecho, los amigos donde me hospedé en Berlín medio sabían de la existencia de estos objetos, pero no estaban claros de lo que eran ni para qué servían. Explicándoles y viendo el mío se quedaron con ganas de uno.

De ahí que me sorprende que se haga tanto ruido sobre la muerte del libro en papel y que empresas como Amazon anuncien que se venden más libros electrónicos que libros en papel. Me pregunto entonces ¿dónde están esos lectores electrónicos? ¿Quién los lee? ¿Dónde? Ciertamente no es en los aeropuertos, en las grandes ciudades ni en sus cafés o espacios públicos, ni siquiera parece algo que en Europa esté generando mayor interés.

En los aviones me sorprendió de hecho ver gente con libros muy gruesos, todo mundo leyendo libros en papel (casi que hasta me di pena y pensé que mejor debía llevar un libro en papel como los demás, casi que me sentí traidora, si no fuera por la voluminosa biblioteca en papel que tengo y que jamás será superada por la bibliotequilla insignificante que tengo en el Kindle).

Así es que no sé. Pensar que el libro en papel va a desaparecer me sigue pareciendo extremo. Los súbitos enemigos que le han aparecido al libro en papel y que pregonan eufóricos la supremacía de la lectura en lectores electrónicos creo que exageran (tiene ventajas, pero repito, es otra forma de leer, no mejor ni peor ni sustituta). En fin, pasará mucho tiempo todavía antes que miremos una supremacía del lector electrónico sobre el libro en papel, es mi opinión.

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10 Comments

  1. Jacinta, como es mi primer comentario en tu blog. Quiero agradecerte por tu excelente labor. Mis domingos, son domingos… cuando te leo en El Septimo Sentido.

    No sabia que tenias blog, ahora que lo he encontrado ya soy fiel seguidor y se ha ido a mis favoritos en el navegador.

    Sobre este tema, recuerdo que un dia publicaste algo que me quedo bien grabado: La sensacion de tener un libro viejo entre tus manos.
    Esto para mi, tiene valor, no niego que la tecnologia no nos facilite las cosas… pero para mi un libro es un compañero, un amigo, un hermano. Aunque pese, y algunas veces solo se saque de paseo… para mi seguira valiendo la pena el libro en papel.

    Muchas gracias!
    Bendiciones!

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  2. Y será imposible contar con la versión pdf para que me los mande? Pago por ellos. Yo estoy en Guatemala y conozco a alguien que viaja constantemente a El Salvador, podría hacerle un depósito por la cantidad en el banco que me diga y con ello comprarlos…qué le parece?

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    • Pero si está en Guatemala puede comprar en Sophos El Diablo sabe mi nombre y Crónicas para sentimentales… no deje de leer en papel 😉

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      • Si, conozco Sophos pero estoy tratando de dejar los libros en papel. Primero porque no tengo espacio en casa, segundo por lo que hablábamos del espacio en viajes, que es cuando más leo, y tercero, se me hace mucho más eco-amigable lo digital. Para que quiero tener resmas y resmas de papel guardado quien sabe cuanto tiempo en la librera; estoy de acuerdo, regalarlos o intercambiarlos pero esas actividades en realidad en nuestros países todavía no abundan. Pero bueno, comprendo los inconvenientes que representa, probablemente con la editorial. Igualmente sigo pendiente de su blog. Saludos!

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    • No existen mis libros en versión electrónica 😦
      Dos de las editoriales que tienen mis libros tienen el plan de vender versiones electrónicas pero nunca pasan de ser un plan… Con suerte se consigue Crónicas para sentimentales en versión papel vía Amazon.

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  3. A mi me ha resultado perfecto el Kindle, me encanta leer y el Kindle me ahorra tener que ocupar espacio en mi maleta de mano, la que te dejan subir al avión, porque regularmente ahí llevo mi compu. Ya sabes, ojalá fueran viajes de placer, regularmente llevo mi grillete dentro del maletín. Concuerdo contigo, los lectores de libros como el Kindle no van a sustituir a los libros de papel, primero porque el número de personas que apenas empiezan a interesarse en leer uno que otro libro al año es muchísima, jamás harán una inversión tan alta por un lector digital. Los que se aventurar a un lector digital son, definitivamente, lectores asiduos y constantes, esos no son pocos, son poquísimos. Claro, porcentualmente hablando. Lo que si hay que tomar en cuenta es que esos lectore asiduos, que regularmente compran muchos libros al año, ahora dejan de comprarlos en su versión física y emigran a la versión digital. Seguro será un golpe para las imprentas pero un respiro para los arboles. Gracias por tu blog, lo disfruto mucho!. Manu.

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    • Yo también llevo mi notebook al viajar y por eso el Kindle me ahorra espacio en mi maletín de viaje, que me gusta viajar lo más ligera posible, con el bolso de menor tamaño que encuentre.
      Pero no concuerdo en un detalle: yo por lo menos compro más libros en papel que en digital. La oferta de libros en español para Kindle sigue siendo miserable y aunque he comprado algunos (en inglés y que jamás encontraría aquí en El Salvador), o he bajado los que están libres de derecho, sigo comprando los inencontrables en versión digital, en versión papel. Supongo que esto encontrará su equilibrio dentro de algunos años, pero por el momento, es así.
      Coincido en que los lectores acérrimos somos los menos y que solamente si se es uno, se estaría dispuesto a invertir en un aparato que para lo único que sirve es para leer, ya que el Kindle no tiene otra función. Ahora, hay que tomar en cuenta también que alguna gente estará leyendo en sus tablets, aunque lean menos porque la tecnología de la misma es igual a la de la computadora, es decir, emite luz y molesta la vista al leer, algo que no ocurre con el Kindle o similares.
      Gracias por su comentario, qué bueno que disfrute el blog.

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