Lo leído

Suspense, Patricia Highsmith

Hay un tipo de lectura que disfruto enormemente y son los textos en que los escritores nos comparten sus intimidades del oficio, sus opiniones sobre la literatura, sus lecturas y sus acercamientos prácticos a la escritura misma, no importa el género al que se dediquen.

Me gustan este tipo de lecturas porque es la manera más frecuente de reafirmarse a uno mismo en el oficio. Siente uno que se escucha y se reencuentra a sí mismo muchas veces. Con muchos se estará o no de acuerdo; de otros escritores encontrará consejos útiles, tips curiosos, lecturas nuevas qué emprender y hasta ejercicios que a mí me han servido de mucho en los talleres narrativos que a veces doy.

Así llegué a este libro, llamado en español (valga el oximorón) Suspense de Patricia Highsmith (el título original en inglés es Plotting and Writing Suspense Fiction), donde la reconocida escritora nos da su visión de la escritura, pese a que el título es engañoso porque en realidad, como la misma autora lo afirma, ella no piensa estrictamente en virtud del suspenso cuando escribe (ni cuando escribió este libro en particular), sino en virtud del oficio de la escritura en general.

Highsmith hace un minucioso recorrido de todos los pasos que ella en lo personal pasa para preparar sus libros y pone como ejemplo algunas de sus novelas y cuentos más renombrados. Parte desde el origen de una idea y el uso de las experiencias personales que pueden utilizarse dentro de un texto, el desarrollo de estas ideas, la trama, el trabajo del primer borrador, las dificultades de la redacción del mismo, el trabajo del segundo borrador, las revisiones, y es hasta en el último capítulo donde hace algunas mínimas consideraciones sobre el suspenso en particular.

No debe por ello el que busca información particular sobre la escritura de suspenso sentirse “engañado” por la poca directa alusión a la escritura de suspenso. La misma Highsmith explica que siempre desdeñó las etiquetas literarias y que por lo tanto, la etiqueta de escritora de suspenso no es una con la que se sintiera cómoda. Ella establece, claramente, desde el comienzo del libro, sus propias definiciones:

Cada narración que conste de un principio, nudo y desenlace tiene suspenso; una narración de suspenso, no obstante, lo tendrá en mayor medida. Emplearé en este libro la palabra suspenso en el sentido en que lo utiliza la industria del libro, es decir, narraciones en las que existan amenazas de violencia física y peligro o el peligro y la acción sin más. Otra característica de las narraciones de suspenso es que brinda un entretenimiento de carácter animado y generalmente superficial. En un relato superficial nadie espera pensamientos profundos o largos tramos desprovistos de acción. Pero el encanto del género de suspenso radica en que el escritor puede escribir pensamientos profundos y tramos sin violencia si así lo desea, porque el marco es el de un relato esencialmente entretenido.

 En el último capítulo dice esto:

La etiqueta de suspenso con la que están tan encantados en los Estados Unidos y los libreros y los críticos norteamericanos es sólo un límite para la imaginación de los escritores jóvenes, como cualquier categoría, como cualquier ley arbitraria. Es limitante donde no debería haber ningún límite. Los jóvenes escritores deberían estar haciendo algo nuevo, no por el simple hecho de que resulte nuevo, sino porque sus imaginaciones son libres y están lozanas. Los criminales, los psicópatas y los malhechores son trapos viejos, excepto que uno escriba sobre ellos de un modo nuevo.

 

Este libro en particular, como también nos detalla en el prólogo, nació a petición de su editorial, y Highsmith trata de atenerse al tema de las historias de suspenso lo más posible, pero la verdad es que resultará una lectura útil para todos los que andan por el mundo de la escritura, principiantes o no, y sobre todo para los conocedores de su obra, pues podrán conocer el origen de algunos de sus cuentos y novelas.

Es una lectura fluida, muy amena y si nunca ha leído ninguno de los libros mencionados, puede saltarse los párrafos que menciona dichas obras y no pierde continuidad con lo que viene explicando.

Una nota sobre la edición que me tocó leer, en Verticales de Bolsillo del Grupo Norma: me parece que hay problemas de traducción y obvios problemas de estilo en la misma, frases mal construidas y que ameritaban un corrector con un trabajo más limpio. La Highsmith lo merece. Fuera de esa pequeña impertinencia, es un libro altamente recomendable, sobre todo para los dedicados al oficio literario.

1 Comment

  1. Pingback: Bitacoras.com

Comments are closed.