El manuscrito Voynich está escrito con caracteres extraños -algunos parecidos al latín y otros de un lenguaje desconocido-, aparentemente ordenados en palabras y oraciones, con la excepción que no se parecen a nada escrito o leído por seres humanos.
En varias páginas el texto se entrelaza con complejos dibujos de plantas, diagramas astronómicos y figuras humanas, algunas bañándose en lo que podría ser una fuente de la juventud.
Voynich se dedicó el resto de su vida a revelar los misterios del origen del libro y a descifrar su significado. Murió 18 años más tarde, sin haber podido arrancarle siquiera uno de sus secretos.
BBC Mundo – Noticias – Resuelven uno de los misterios del libro que nadie puede leer.