Libros comunitarios
Hace poco, gracias a una noticia de la Deutsche Welle, recordé una iniciativa peculiar. En algunos vecindarios de Berlín, Alemania, se construyeron pequeñas casetas, o se aprovecharon antiguas cabinas telefónicas, para adaptar en su interior un par de estantes con libros. La idea es que los vecinos depositen ahí libros que les hayan gustado para que la gente pueda llevárselos, a cambio de dejar otro libro en el lugar o de devolverlo cuando se haya leído. Los mismos vecinos se encargan de mantener limpias y ordenadas las casetas.
