La huella oscura de los libros
Hace un par de semanas hablaba en este espacio sobre las bibliotecas personales. No cabe duda que tener una, además de reflejar los gustos y preocupaciones intelectuales de sus dueños, implica una labor acumulativa. Pero detrás de nuestra compra de libros también hay otras reflexiones, nada literarias, a tomar en cuenta. Si juntáramos todos los libros que tenemos y sumáramos su valor en moneda, estoy segura de que nos sorprenderíamos del valor total de la inversión hecha. No todos los libros valen lo mismo. Ediciones antiguas o de pasta dura, libros raros o de ciertas editoriales cuestan más que otros, que tienen tapa blanda o que son ediciones de bolsillo. Ni hablemos de libros de arte, de fotografía o ediciones especiales de lujo sobre cualquier variedad de temas. A esa conclusión me hizo llegar mi padre hace años, cuando sabiendo de mi gusto por los libros, me decía que todos esos ejemplares representaban una pequeña fortuna que hubiera podido invertir en cosas “más útiles”. El comentario era raro viniendo de una persona que siempre estaba …

