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Lecturas recomendadas

Quiero aprovechar esta época de fin de año, en que tenemos una tendencia natural a hacer recuentos, para recomendar algunos libros que leí en este 2025 y que me parecen bastante excepcionales. Los dos libros que más me impresionaron tratan, casualmente, un tema muy parecido, pero su abordaje fue totalmente diferente. Me refiero a El jardinero y la muerte del escritor búlgaro Gueorgui Gospodínov y El verano en que mi madre tuvo los ojos verdes de la escritora moldava-rumana Tatiana Tibuleac. El libro de Gospodínov nos hace un relato de los últimos días del padre del autor y de los primeros meses del proceso de duelo. El relato está escrito en episodios breves, puntuales, con observaciones que giran alrededor de la huerta sembrada y cuidada por el padre durante buena parte de su vida. Los ciclos de la naturaleza, las plagas, el riego y la cosecha están hilvanadas con el proceso de la enfermedad, decaimiento y fallecimiento del padre. A través del vínculo del jardín y el hombre, Gospodínov encuentra las metáforas y el lenguaje …

El escritor del fracaso

Hay películas que funcionan como puertas que, al ser vistas, abren todo un mundo desconocido. Un mundo que te lleva a más filmografía e, incluso, a la literatura. Me pasó con El caballo de Turín (2011) de los cineastas húngaros Béla Tarr y Ágnes Hranitzky. Rodada en blanco y negro, la historia gira alrededor de un hombre, su hija y un caballo. Los tres viven en un lugar agreste, árido, alejado de otras personas. Sopla un viento constante e inclemente que arrastra hojas, frío y resequedad. Todos los días, estos tres personajes repiten la misma rutina. Escasos de palabras y afectos, de alegrías y esperanzas, los días transcurren en una pesadez sin sentido. No debo decir más, para no arruinar el visionado de quien quiera verla a futuro. Nada más diré que cuando terminó, me dejó sin palabras. Lo primero que hice fue buscar al escritor del guion. Aparte de Tarr y Friedrich Nietzsche, estaba László Krasznahorkai. Este nombre me era conocido, aunque nunca había leído sus novelas. Pero la impresión que me causó la …

una superficie cubierta de muchos libros abiertos.

La huella oscura de los libros

Hace un par de semanas hablaba en este espacio sobre las bibliotecas personales. No cabe duda que tener una, además de reflejar los gustos y preocupaciones intelectuales de sus dueños, implica una labor acumulativa. Pero detrás de nuestra compra de libros también hay otras reflexiones, nada literarias, a tomar en cuenta. Si juntáramos todos los libros que tenemos y sumáramos su valor en moneda, estoy segura de que nos sorprenderíamos del valor total de la inversión hecha. No todos los libros valen lo mismo. Ediciones antiguas o de pasta dura, libros raros o de ciertas editoriales cuestan más que otros, que tienen tapa blanda o que son ediciones de bolsillo. Ni hablemos de libros de arte, de fotografía o ediciones especiales de lujo sobre cualquier variedad de temas. A esa conclusión me hizo llegar mi padre hace años, cuando sabiendo de mi gusto por los libros, me decía que todos esos ejemplares representaban una pequeña fortuna que hubiera podido invertir en cosas “más útiles”. El comentario era raro viniendo de una persona que siempre estaba …

El retrato de una mente

¿Qué es lo que define una biblioteca personal? ¿Es una acumulación improvisada de libros o una selección curada con intención? ¿Qué podemos aprender sobre la personalidad de sus dueños revisando los títulos de su biblioteca? ¿Descubriríamos algo sorprendente de ellos o se nos revelarían algunos de sus secretos? Me hice algunas de estas preguntas luego de ver Umberto Eco: La biblioteca del mundo (2022). El documental, dirigido por Davide Ferreiro, nos lleva a conocer la impresionante colección de aproximadamente 55.000 libros que Eco mantenía entre su casa de Milán y su casa de campo de Monte Cerignone, cerca de Rímini, Italia. (El film completo está disponible en YouTube, si tiene curiosidad de verlo). Dicha biblioteca consta de una gran cantidad de títulos, que fueron comprados o recibidos como obsequio a lo largo de su vida, pero incluye también una colección de libros antiguos (“apenas” 1.200). Eco pudo darse el lujo de irlos comprando a partir del aumento en sus ingresos económicos, luego del triunfo de sus propias novelas, en particular El nombre de la rosa. …

La llegada del mundo invisible

Hace un par de semanas terminé de leer La llegada del mundo invisible del escritor salvadoreño Pedro Romero Irula. El libro, publicado a inicios de este año por la editorial salvadoreña Índole, reúne siete cuentos cortos en una edición de 66 páginas. Romero Irula no es un desconocido en el mundo de las letras. En años recientes comenzó a publicar algunas de sus narraciones en las revistas digitales Café irlandés, La piscucha, La Zebra, Literariedad y El escarabajo. En el 2019, junto con Luis Contreras, contribuyó como compilador de la publicación Lados B, de la editorial Los Sin Pisto, una selección de cuentos escritos por un grupo de voces emergentes en la literatura salvadoreña. Así mismo, publicó Dos bolos, un libro electrónico gratuito, con la Editorial Entre Tejas de Chiapas, México, en 2022. En una nota al final de La llegada del mundo invisible, Pedro explica que todos los relatos se originan en la cultura popular salvadoreña. Algunos vienen de la tradición oral o son una adaptación libre de fuentes de archivos históricos. Este elemento …

Un tal Pedro Páramo

En mayo de 1954, un hombre llamado Juan Nepomuceno Carlos Pérez Rulfo Vizcaíno compró un cuaderno escolar sencillo, de esos que van unidos al centro por un par de grapas. En dicho cuaderno este hombre, conocido simplemente como Juan Rulfo, fue anotando el primer capítulo de una novela que le andaba dando vueltas en la cabeza desde hacía varios años. En 1947 se había casado con Clara Angelina Aparicio Reyes. Al poco tiempo, se fueron a vivir al número 84 de la calle Río Tigris, en la colonia Cuauhtémoc de la ciudad de México. Ahí, Rulfo comenzó a trabajar en la idea de una novela cuya redacción no terminaba de aterrizar. En una carta dirigida a Clara, cuando todavía eran novios, le confiesa: “he estado fallando en eso de escribir. No me sale lo que yo quiero. Además, se me van por otro lado las ideas. Y todo, al final, se echa a perder”. Lo único que parecía tener claro era el título de esa novela, Una estrella junto a la luna. Para esa época …

Guardianas

El próximo 17 de junio aparecerá a la venta en los Estados Unidos el libro Guardianas: Despachos de la Asociación de Parteras Rosa Andrade (APRA). Publicado por la editorial Seven Stories Press de Nueva York, el libro es una colección de testimonios de parteras salvadoreñas, muchas de las cuales comenzaron su experiencia como tales en los años de la guerra civil. La edición bilingüe, de 272 páginas, fue traducida por Emma Lloyd e incluye una sección de fotografías. Los testimonios fueron recopilados en el 2019 por la salvadoreña-estadounidense Noemí Delgado, quien convivió durante diez meses con mujeres pertenecientes a APRA. Esto fue posible gracias a la beca “Public Health Fullbright Fellowship”. Delgado fue también codirectora, junto a Shara Lili, del cortometraje documental Matronas: The Struggle to Protect Birth in El Salvador (2021).

Memorias de un navegante del porvenir

En la Nochebuena de 1977, los guardias del centro clandestino de detención, tortura y exterminio conocido como El Vesubio, ubicado en un predio del Servicio Penitenciario Federal de Buenos Aires, Argentina, se mostraron generosos con los prisioneros. Esa noche les dieron permiso de quitarse las capuchas y fumarse un cigarrillo. También les permitieron hablar entre ellos durante cinco minutos. Ese tiempo fue aprovechado por uno de los prisioneros, el de mayor edad, para saludar y darle la mano a cada uno de los detenidos que se encontraban ahí. El hombre en cuestión tenía casi 60 años. Estaba muy flaco. Se le veía adolorido. Cada movimiento que hacía le suponía un pesado esfuerzo, pero sacó ánimo para apretar la mano de todos.

Libros comunitarios

Hace poco, gracias a una noticia de la Deutsche Welle, recordé una iniciativa peculiar. En algunos vecindarios de Berlín, Alemania, se construyeron pequeñas casetas, o se aprovecharon antiguas cabinas telefónicas, para adaptar en su interior un par de estantes con libros. La idea es que los vecinos depositen ahí libros que les hayan gustado para que la gente pueda llevárselos, a cambio de dejar otro libro en el lugar o de devolverlo cuando se haya leído. Los mismos vecinos se encargan de mantener limpias y ordenadas las casetas.

¿El libro o la película?

El próximo estreno de una serie de Netflix, basada en la novela Cien años de soledad, ha causado gran expectativa entre lectores y espectadores. La idea de llevar a la pantalla diversas obras del escritor colombiano Gabriel García Márquez no es nueva. Algunos intentos de hacerlo en el pasado no tuvieron particular éxito. Eso nos lleva a pensar sobre los retos que implica adaptar un libro al lenguaje visual. La tarea no es imposible. Hay incontables ejemplos de novelas cuya versión fílmica ha producido películas de primera calidad. También ha habido fracasos rotundos. El primero que se me viene a la cabeza es la película Seda (2007) de François Girard, basada en la novela homónima del italiano Alessando Baricco. La novela es genial; la película, una decepción absoluta que no supo captar, para nada, el espíritu ni el ambiente que provoca la narración.

De listas y libros

A menos de un año de completar el primer cuarto de este siglo, el periódico The New York Times decidió conformar una lista llamada “Los 100 mejores libros del siglo XXI”. La misma fue publicada por entregas durante este mes de julio y sus resultados finales causaron algunas polémicas. Para definir los títulos, la sección de libros del periódico envió una encuesta a novelistas, escritores de no ficción, académicos, editores, periodistas, críticos, poetas, traductores, libreros, bibliotecarios y luminarias del mundo literario, solicitándoles que seleccionaran lo que para ellos son los 10 mejores libros de este siglo.

Releer

Uno de los escritores que más admiro es Vladimir Nabokov. Nacido en la Rusia imperial, en 1899, escribió y publicó sus primeras nueve novelas en ruso. Debido a diversas circunstancias personales, Nabokov vivió en varias ciudades europeas. Estudió en la Universidad de Cambridge donde terminó de profundizar su conocimiento del inglés, idioma que ya había aprendido en su tierra natal. Llegó a dominarlo de tal manera que escribió sus futuros libros en ese idioma. Su novela más conocida, Lolita, publicada en 1955, es sin duda una de las obras donde la belleza del lenguaje tiene un rol estelar.