A comienzos de noviembre se dio a conocer la noticia de que Lantia Publishing había comprado la empresa Círculo Rojo, una de las grandes marcas de autoedición en España. Con esta compra, Lantia Publishing se convierte en la mayor editorial española en el segmento de la autoedición.
Círculo Rojo fue fundada en Almería en 2008 y, desde entonces, ha consolidado un catálogo de alrededor de 40.000 libros publicados por 36.000 autores de diversas nacionalidades. Por su parte, Lantia se suma con un catálogo que supera los cien mil títulos, escritos por 110.000 autores de 50 nacionalidades. Para hacernos una idea del volumen de libros que ambas editoriales producen, el Grupo Planeta publica anualmente alrededor de 2.500 libros repartidos entre todos sus sellos, mientras que Penguin Random House publica casi 2.000.
Esta noticia es relevante para el mundo editorial y literario ya que demuestra algo: las empresas de autoedición publican más libros que la industria editorial formal. Las plataformas de auto publicación (entre ellas, el programa de Kindle Direct Publishing, de Amazon) ha permitido que toda persona que se propone escribir algo, pueda ver su texto convertido en libro. Esto promete aumentar con la masificación de la IA, que facilita generar textos con rapidez, según la demanda del “escritor”.
Recordemos que las plataformas de auto publicación no cuentan con editores ni intermediarios que funcionen como filtro para velar por la calidad o autenticidad de los contenidos a publicar. ¿Pero por qué hay tanta gente ávida de escribir novelas, cuentos y poemas? ¿Está viviendo la literatura un momento de gloria sin igual en cuanto a producción? ¿Tienen estos nuevos escritores una historia fascinante que contar?
Me atrevo a decir que esta explosión de auto publicaciones tiene muy poco que ver con la Literatura, y más con ideas y nociones distorsionadas, alimentadas por el espejismo de las redes sociales. Hace un par de años, Remitly (un servicio de remesas en línea, con sede en Estados Unidos) publicó un informe que reveló que la mayoría de jóvenes latinoamericanos aspiran a tener carreras como influencers, youtubers y escritores, dejando de lado las más tradicionales como medicina, ingeniería o administración de empresas. La motivación detrás de ello es alcanzar fama y dinero, de manera rápida y supuestamente sin mayor esfuerzo.
Pero el tipo de escritor al que se refería este informe no tiene nada que ver con la literatura, sino con esa idea del bestseller de las listas de auto publicación en Amazon o de plataformas como Wattpad. Esta última ha servido de catapulta para algunos autores que han sido publicados por grandes editoriales, con generosos adelantos y contratos, todo basado en los millones de vistas y lecturas de sus perfiles. Por eso no es raro encontrar personas que nos son desconocidas y que dicen tener 24 novelas publicadas y otras 16 inéditas. La calidad literaria es lo de menos.
A esto hay que sumar otra realidad: el número de lectores no crece al mismo ritmo. Esto ocurre no sólo porque hay una sobre oferta de publicaciones, pero también por la avalancha de materiales de lectura en redes sociales, películas y series en plataformas de streaming y videojuegos de todo tipo. La lectura compite contra todo tipo de productos para recuperar un lugar predominante como actividad de entretenimiento, frente a otras opciones consideradas como “fáciles” o que exigen menor esfuerzo intelectual que leer algo de más de 100 páginas.
El lector también lucha contra la capacidad de discernir sobre la calidad de los libros. Con el exceso de influencers, que en videos de un minuto condenan un libro por “largo y aburrido” o lo declaran como la obra maestra indiscutible de la semana, resulta confuso orientarse para encontrar buenas lecturas, de acuerdo a nuestros intereses.
Lo único que nos queda por hacer es acudir a nuestro propio discernimiento y abstraernos de la masificación de la publicación y de los videos críticos fugaces, realizados para satisfacer el despotismo de los algoritmos. Así, quizás, podemos volver a lo que siempre ha sido la lectura: una aventura para descubrir historias que nos agraden, que tengan sentido y que nos reten a nivel intelectual.
(Publicada domingo 30 de noviembre, 2025, sección de opinión de La Prensa Gráfica. Foto de portada: Dim Hou via Pixabay).
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