Un tal Pedro Páramo
En mayo de 1954, un hombre llamado Juan Nepomuceno Carlos Pérez Rulfo Vizcaíno compró un cuaderno escolar sencillo, de esos que van unidos al centro por un par de grapas. En dicho cuaderno este hombre, conocido simplemente como Juan Rulfo, fue anotando el primer capítulo de una novela que le andaba dando vueltas en la cabeza desde hacía varios años. En 1947 se había casado con Clara Angelina Aparicio Reyes. Al poco tiempo, se fueron a vivir al número 84 de la calle Río Tigris, en la colonia Cuauhtémoc de la ciudad de México. Ahí, Rulfo comenzó a trabajar en la idea de una novela cuya redacción no terminaba de aterrizar. En una carta dirigida a Clara, cuando todavía eran novios, le confiesa: “he estado fallando en eso de escribir. No me sale lo que yo quiero. Además, se me van por otro lado las ideas. Y todo, al final, se echa a perder”. Lo único que parecía tener claro era el título de esa novela, Una estrella junto a la luna. Para esa época …

