Month: January 2024

Un año de buen cine

Escribo esta columna al día siguiente de anunciadas las nominaciones a los Premios Óscar, premio anual concedido por la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas a lo que sus miembros votan como lo mejor del cine. Como cada año, después de dicho anuncio, el público discute sobre las ausencias y las personas o películas que, según muchos, debieron recibir una nominación. Mientras van y vienen nombres y argumentos, pienso que se pierde de vista el estado general del cine que conocimos el año pasado que, en mi opinión, aportó muchísimas producciones de gran calidad. Me arriesgo a decir que el 2023 fue un año de buen cine.

El valor de un libro

Cada vez que leo o me hacen la pregunta de cuál es el libro que salvaría de mi biblioteca personal en caso de un incendio, pienso en el mismo: la Antología de poesía surrealista francesa publicada por Ediciones Coma, de México, en 1981.  La compilación fue hecha por Julio Ulloa e incluye traducciones de Aldo Pellegrini, César Moro y Emilio A. Westphalen, entre otros. Hay una nota biográfica de los más de 50 autores incluidos y varios poemas de cada escritor. André Breton, Louis Aragón, Paul Eluard, Leonora Carrington, Benjamin Péret, Antonin Artaud, Tristán Tzara, René Char, Aimé Césaire, Jacques Prevert y Robert Desnos son algunos de los autores incluidos.

Bisagra del tiempo

Los fines de año parecen siempre obligar a un repaso general del periodo que termina. También se impone como costumbre planificar e imaginar hacia adelante, hacia el futuro. Es un impulso natural en el ser humano sentir que, cuando hay un final, es eminente hacer un recuento a partir del cual, se puede ver hacia adelante. Será por eso que los romanos adoraron a Jano, dios de las puertas, los comienzos y los finales. Estaba representado por una imagen que tenía dos rostros, cada uno mirando en dirección opuesta. En relación al tiempo, Jano podía ver tanto hacia el pasado como hacia el futuro. Se le invocaba en el primer día del año. Por su capacidad de ver las dos caras del tiempo, su nombre (en latín Ianuarius) sirvió para bautizar el primer mes del año.