El crecimiento económico puede, por supuesto, ayudar a eliminar la pobreza pero, por sí mismo, no hará jamás lo que es necesario ni tampoco acabará con la miseria con la velocidad suficiente. Lo que hace falta son políticas públicas que complementen lo que el crecimiento económico por sí mismo no es capaz de hacer sin su ayuda. No se trata de negar lo que el crecimiento económico puede hacer en la materia, sobre todo si está bien apoyado por una política pública. Pero es un error dejarle toda la responsabilidad.
Amartya Sen, el imperativo ético de un mundo más justo – lanacion.com .